San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, a 25 de noviembre 2016
COMUNICADO
DEL MOVIMIENTO DE MUJERES, PUEBLOS Y ORGANIZACIONES EN DEFENSA DEL
TERRITORIO
Al
gobierno de Chiapas, Tabasco y Guerrero
A
las mujeres de los pueblos, colectivos y organizaciones sociales
A
los pueblos organizados
A
las organizaciones civiles y de derechos humanos
A
la sociedad civil
A
los medios de comunicación independientes
Nosotras,
mujeres y hombres reunidas en la Tercera Asamblea del Movimiento en
defensa de la tierra, el territorio y por la participación y el
reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones venimos desde
diferentes comunidades de Chiapas, de distintas partes de México,
para reunirnos nuevamente en el marco del Día Internacional de Lucha
Contra la Violencia hacia las Mujeres. Durante dos días nos reunimos
en el CIDECI-UNITIERRA para compartir información y denuncias, pero
también propuestas y alternativas para defender nuestras tierras,
territorios y organizarnos como mujeres ya que afrontamos el mismo
sistema neoliberal y patriarcal.
Por
ello denunciamos al gobierno de México en sus tres niveles que, en
complicidad con empresas transnacionales, son responsables de:
Legalizar el despojo a través de
reformas estructurales, como la energética, y de los proyectos
neoextractivistas como carreteras, minerías, represas, y
monocultivos. El despojo es una violencia contra nuestros pueblos y
contra las mujeres, por eso, “las heridas a la tierra son heridas a
nuestro cuerpo”.
Destruir formas colectivas de vida a
partir de impulsar la privatización y despojo del agua, el saqueo de
los minerales, y la tala de bosques.
Promover y alimentar el divisionismo
al interior de nuestros ejidos, comunidades y organizaciones a través
de proyectos y compra de líderes.
Tolerar la violencia contra las
mujeres al no tutelar nuestros derechos, como el de tener una vida
libre de toda violencia. Un ejemplo es la declaración parcial de la
alerta de género para Chiapas.
Criminalizar la protesta social y
reprimir a quienes resistimos a los proyectos neoextractivistas de
muerte. Para esto, el gobierno en sus tres niveles realiza un mayor
uso de la fuerza pública, cometiendo violencias físicas,
psicológicas y sexuales en contra de quienes nos organizamos y
manifestamos, persiguiéndonos, amenazándonos, encarcelándonos, e
incluso asesinándonos. Provocando miedo, terror e inseguridad.
Tolerar al crimen organizado, que
realiza el tráfico de drogas y personas, y también nos amenaza y
asesina porque tiene los mismos intereses económicos de despojarnos
de nuestros territorios para privatizarlos y explotarlos.
Por
lo anterior exigimos al gobierno, a las autoridades ejidales y
comunitarias, y a la sociedad civil:
Que respeten los derechos de las
mujeres de manera plena, para vivir libres de violencia, tener tierra
realmente, contar seguridad de que no se nos despojará de nuestros
territorios, y participar en la toma de decisiones en nuestras
comunidades.
Que cesen los feminicidios, la
violencia feminicida; que se libere a las mujeres indígenas y no
indígenas que han sido injustamente presas
Que el gobierno respete y haga valer
la libre determinación y autonomía de los pueblos, y que deje de
alimentar la división comunitaria, la cooptación y compra de
líderes.
Al gobierno y a las empresas
transnacionales que dejen de perseguir, intimidar, y asesinar a
quienes defendemos nuestras tierras y territorios.
Al gobierno y a los medios de
comunicación privados, que dejen de criminalizar la protesta social.
No somos criminales, somos mujeres y hombres defendiendo nuestros
derechos, nuestras tierras y territorios, que es donde vivimos y
queremos seguir viviendo en respeto a la madre tierra.
Ante
este panorama, declaramos que:
A pesar de toda la violencia que
vivimos, somos las mujeres las que vamos al frente, las que
resistimos, las que luchamos y seguiremos luchando hasta que en
nuestras comunidades y ejidos se reconozcan nuestros derechos,
nuestro trabajo, nuestra organización y movilización.
Es necesario unir nuestras luchas y
movimientos, porque son como los ríos, que queremos correr libres, y
encontrarnos con otros ríos para que el caudal de nuestro movimiento
sea más fuerte.
Que como integrantes de la Campaña
Popular Contra la Violencia Hacia las Mujeres y el Feminicidio
estamos en Alerta Ciudadana Permanente para vigilar y exigir al
gobierno seguridad para la población, que de inmediato ponga fin a
la impunidad, y tome medidas asertivas de prevención ante la
violencia feminicida, las desapariciones y la extorsión que
padecemos las mujeres y especialmente las migrantes centroamericanas.
Apoyamos a las luchas que sostienen
las y los compañeros del CECOP contra el proyecto de La Parota en el
estado de Guerrero; saludamos a las mujeres de Santiago Tilapa,
Estado de México que resisten frente a las mineras; a las y los
compañeros de la Red Junco, de Centla, Tabasco, que ejercen su
derecho a la información; nos sumamos a los y las compañeras del
MAPDER, REMA en la lucha contra el modelo extractivo y reconocemos a
nuestras compañeras de la Costa, de la región Norte y de la Casa de
la Mujer Ixim Antsetik de Palenque que han compartido sus luchas en
esta Asamblea que nos reúne y fortalece.
Nos sumamos a las exigencias del
Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (MODEVITE) y
saludamos la peregrinación del Pueblo Creyente que despierta los
corazones y pensamientos de los pueblos animándonos a construir un
mundo justo y digno para todas y todos.
Apoyamos la Iniciativa Ciudadana de
Ley General de Aguas que impulsan personas, organizaciones y pueblos
para conseguir “Agua Para Todas/os, Agua para la Vida”.
Congratulamos la realización del
Primer Congreso Feminista de Chiapas que nos convoca a unirnos como
mujeres desde los distintos frentes en que luchamos.
Abrazamos los 20 años de caminar del
Congreso Nacional Indígena (CNI) que actualmente consulta a sus
comunidades de base si están de acuerdo en participar o no, en las
próximas elecciones valorando la participación de las mujeres en
todos los espacios.
Seguiremos trabajando hasta lograr que
nuestros territorios dejen de estar amenazados por el despojo a favor
de las empresas mineras, hidroeléctricas, petroleras, de turismo,
constructoras de carreteras de cuota, monocultivos y todo lo que
viole el derecho de pueblos y violente la vida de las mujeres.
Continuaremos luchando jurídica y
políticamente hasta lograr que se reconozca en ejidos y comunidades
que la tierra es de toda la familia y no sólo los hombres y que las
mujeres tenemos derecho a participar en las asambleas y en las
decisiones que nos afectan, incluyendo las que se refieren a nuestras
tierras y territorios.
Las
mujeres y hombres reunidos en esta Tercera Asamblea al unir nuestras
fuerzas como un gran río no nos detendremos, lograremos romper los
muros con los que el sistema capitalista patriarcal pretende detener
nuestra lucha en defensa de nuestra tierra y territorio. Las mujeres
tenemos corazón fuerte y queremos que el caminar de la vida sea
“pajal”, es decir, parejo, no queremos que nadie oprima a nadie,
que nadie explote a nadie, que nadie violente a nadie, que nadie mate
a nadie, que nadie dependa de nadie. Queremos libertad para decir lo
que está en nuestro corazón y que eso no sea burlado, sino que sea
respetado.
Movimiento
en defensa de la tierra, el territorio y por la participación y el
reconocimiento de las mujeres en la toma de decisiones
¡¡¡No
más violencia contra las mujeres!!!
¡¡¡Sin
mujeres no hay organización!!!
¡¡¡La
tierra no se vende, se ama y se defiende!!!
Fotos: En el Marco del Día Internacional de Lucha Contra la Violencia hacia las Mujeres, 25de noviembre 2016 (CDMCh)
Publicado originalmente en:
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